Derecho de Visitas y Síndrome de Alienación Parental

 

Aunque en nuestra legislación de familia no se encuentra reconocido, el Síndrome de Alienación Parental (SAP) se recoge en diversas leyes extranjeras como una forma de vulneración de los derechos de los niños, niñas o adolescentes y es considerada una enfermedad psicológica que requiere de terapia.

Sin embargo, antes de adentrarnos en el reconocimiento legal del SAP, o la falta de éste, y sus consecuencias, debemos indagar sobre lo que es. Recogiendo diversos conceptos doctrinarios que existen sobre Síndrome de Alienación Parental, podemos explicarlo en forma simple como la manipulación, consciente o inconsciente, de uno de los padres, generalmente del que tiene el cuidado personal del niño, sobre la opinión que el hijo tiene del otro progenitor, con el objetivo de aliarse en contra de éste en un sentimiento de odio, que justifique la obstaculización o ruptura total de la relación directa y regular entre ellos.

Así, suele encontrarse a niños, niñas o adolecentes que no quieren cumplir con el régimen de visitas, que repiten discursos aprendidos del padre o madre alienador y que manifiestan una profunda animadversión hacia el padre alienado y la familia de éste (abuelos, tíos, primos, etc.). Son niños que hacen suyas las experiencias negativas vividas entre los padres y que, sin darse cuenta que han recibido una influencia externa, sienten que deben tomar partido y apoyar al padre o madre que se les presenta como víctima, desarrollándose este trastorno que puede tener graves consecuencias: angustiados por los problemas entre los padres y las lealtades debidas, sufren daños psicológicos que los acompañan hasta la vida adulta, muchos casos terminan en suicidio o en la repetición de esta conducta con sus propios hijos.

¿Qué puede llevar a un padre o a una madre a dañar de esta forma a su propio hijo? Muchas veces los sentimientos de venganza, el querer castigar a la pareja por rupturas conflictivas y dolorosas, lleva a un padre o a una madre a utilizar a sus propios hijos con este fin. No logran priorizar el bienestar del niño, lo que en doctrina se conoce como el Interés Superior del Niño, anteponiendo sus propias necesidades a las de sus hijos, provocándoles un daño cuyos alcances no logran dimensionar.

Del otro extremo, surge un padre difamado, cuyos hijos no quieren mantener una relación con él, lo rechazan y lo juzgan. Algunos persisten y continúan tratando de acercarse a ellos, aunque tarde o temprano se rinden en sus intentos de mejorar la relación y ésta acaba quebrándose.

Lamentablemente, como señalamos al principio, nuestra legislación de familia no reconoce el Síndrome de Alienación Parental, sin embargo, paulatinamente a partir de 2007, nuestra jurisprudencia ha reconocido su existencia y lo ha considerado a la hora de dictar sentencia. No obstante, nos parece que esto no es suficiente, ya que queda a criterio de cada juez considerarlo o no, haciéndose cada vez más evidente la necesidad de una reforma legal que contemple al Síndrome de Alienación Parental como una vulneración de los derechos de los niños, como sucede en otros países como Argentina y Estados Unidos. Actualmente, existe un proyecto de ley al respecto, presentado en el año 2008, el que, aunque tuvo ciertos movimientos durante el año 2010, duerme en el Congreso Nacional hasta la fecha.

¿Qué hacer si mi hijo está sufriendo de Síndrome de Alienación Parental? Aunque no esté reconocido en la leyes chilenas, se puede intentar una acción legal de protección ante los Juzgados de Familia, si detectamos que un hijo está sufriendo de SAP. También es posible demandar por el cuidado personal del niño, ya que, siendo el SAP una forma de maltrato, una vulneración de los derechos del niño, se configura una causal que justifique la pérdida de éste por el padre o madre alienador. Sin embargo, lo más importante es la reparación psicológica que debe recibir el menor, la que debe ser específica para el tratamiento de este trastorno y la que debe ser acompañada de una terapia de revinculación con el progenitor alienado.

Es importante que el padre alienado acuda también a terapia, a fin de obtener las herramientas necesarias para manejar la situación lo mejor posible, sobre todo por el desgaste emocional que puede significar para él.